domingo, 27 de septiembre de 2009

SEGUNDO ALIENTO

segundo aliento

El domingo pasado estaba registrado para correr con unos amigos la media maratón de Dallas. Estaba emocionado porque hacía mucho tiempo que no corría y últimamente había reencontrado el placer de correr. Cuando hable con Clerk al teléfono me explicó que les había surgido algo y no podían ir. Por unos segundos me quedé decepcionado y repaciste. Se me ocurrió entonces la idea de que podía yo ir al parque Memorial y correr mi media maratón particular. No tendría que ser tan difícil, cuatro vueltas y ya. Claro planteado así parecía fácil. Además ya había corrido otras carreras antes, no sería nada nuevo.


Pero pronto me di cuenta de que no era tan fácil como había pensado. Todo lo hice bien calenté como si estuviera en la carrera, estiré bien y empecé a correr. No llevaba ni una vuelta y la cabeza no me paraba ni un segundo. Que si no iba a ser capaz, que ya me sentía fatigado. Intentando tranquilizarme empecé la segunda vuelta y comencé a centrarme un poco más, a sentir la respiración a llevar el ritmo, y a no dejar que la mente divagase tanto. Centré mis pensamientos en como estaba yo...y comenzó a funcionar.


Aún así no me sentía del todo energético, había algo en el ambiente que no me ayudaba a mantenerme motivado. Gente paseando a sus perros, amigos riendo y charlando,...a cada vuelta veía a gente diferente...yo parecía ser el único que estaba corriendo tanto. En algún lugar en Dallas a la misma hora que yo había 25.000 personas que como yo estaban súper motivadas para correr esta media maratón, para ellos era importante como para mi, y solamente el ver sus caras, sentir su compañía y el aliento del público ya era motor suficiente para llegar a la meta, para bajar el tiempo, para superarse, fuera cual fuera tu condición...Pero yo no estaba allí. Yo estaba e un parque, un domingo, en el que todo el mundo estaba disfrutando del hermoso día...y yo me sentía el único en la lucha...Así que al final de la primera vuelta me empezaron a venir dudas, sobre si debía o no parar y dejarlo para otro día.


Continuas negociaciones mentales que de nuevo permitieron el paso de la debilidad...el cansancio otra vez se apoderó de mi convenciéndome de que no sería capaz de dar las dos larguísimas vueltas restantes...Mi otra parte concluyó en llegar al coche, tomar un poco de agua y comer unos trozos de naranja para ver si el cuerpo se reponía y ver si era capaz de continuar. Después de la parada no me sentía con demasiado animo, pero algo me impulsó a decir "no pienses....hazlo"..y lo hice, sacudí los músculos y comencé el trote. Durante los primeros metros observé a mi mente vagando y quejándose....pero poco a poco la calmé centrándome en mi respiración...sin pensar en nada, ni bueno ni malo, ni cansado, ni dolido, ni motivado o desmotivado...solo yo, mi respiración, el sol y la tierra bajo mis pies.


Ahí me di cuenta de que tenía muchas más energías de las que pensaba, incluso pude acelerar en la última vuelta haciendo un tiempo record para mi de una hora y treinta y ocho minutos. Comprendí entonces el significado del segundo aliento que los deportistas experimentan.

Pero ese segundo aliento no es sino las capas mentales que se van rompiendo,..los límites del cuerpo son mucho más amplios de lo que pensamos, pero nuestra mente los estrecha enormemente y nos hace pensar que no vamos a ser capaces...la mentes es especialista en esto. Y no solo en el deporte sino en cualquier aspecto de nuestra vida. La mente nos va a paralizar y va a buscar excusas para no hacer lo que realmente queremos hacer...y eso nos deja siempre añorando cosas que desearíamos ser u obtener.


Este día aprendí que no necesito depender de amigos para hacer las cosas que realmente quiero hacer....ni siquiera dependo de que sea en el entorno adecuado. Uno puede crear el entorno adecuado mirándose a uno mismo, y centrándose en lo que quiere...si la mente baga y se queja, hay que intentar centrarla hacia adentro y calmarla...los objetivos llegan con perseverancia y esfuerzo, con paciencia y esfuerzo, aunque en ocasiones pensemos que no vamos a llegar o que es muy difícil para nosotros...siempre tenemos un segundo aliento y un tercero y un cuarto, solo tenemos que buscarlo y estará ahí, pero tenemos que quererlo.

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